Marie-Madeleine Pioche de La Vergne, condesa de La Fayette, París, 1634-1693. Escritora francesa considerada precursora de la novela psicológica por su obra maestra, La princesa de Clèves (1678).
Nacida en el seno de una familia de la pequeña nobleza, pasó parte de su infancia en Le Havre y regresó a París en 1640. A los quince años quedó huérfana de padre, y su madre se casó en segundas nupcias con un tío de Madame de Sévigné, quien se convirtió rápidamente en su amiga. Nombrada dama de honor de la reina en 1650, aprendió latín, español e italiano.
En 1655, con veintiún años, contrajo matrimonio con François Motier, conde de La Fayette, un oficial retirado diecisiete años mayor que ella con el que tuvo dos hijos, pero del que vivió separada. Promotora de una de las tertulias literarias más importantes de la época, conoció a Enriqueta de Inglaterra, Madame de Sévigné, Jean de La Fontaine y François La Rochefoucauld, con quien mantuvo una estrecha relación. Siguiendo la moda de los retratos literarios, compuso el Retrato de la marquesa de Sévigné, que apareció en el Recueil des portraits reunidos por Jean Regnauld de Segrais en 1659.
Las primeras obras de Madame de La Fayette fueron de corte tradicional. En 1662 apareció su novela La princesa de Montpensier. Alentada por el éxito, hacia 1667 inició la composición de Zaida, una historia española con la colaboración de La Rochefoucauld, Segrais y Jean-Baptiste Huet, según la moda de la época, en la que la escritura colectiva constituía un juego de sociedad. A pedido de su amiga y protectora, la princesa Enriqueta de Inglaterra, compuso su biografía, que sería publicada póstumamente en 1720 con el título de Historia de Enriqueta de Inglaterra.
En 1678 apareció su obra cumbre, La princesa de Clèves. Ambientada en la corte de Francisco II de Francia, la novela destaca por su acertado y penetrante análisis psicológico de los personajes, y también por el tratamiento realista del trasfondo histórico, lo que, unido a la sobriedad expresiva con que se relataba la imposible historia de amor de La princesa de Clèves y el duque de Nemours, hicieron de ella la primera novela moderna francesa. La crítica destaca La Princesa de Clèves como la primera novela de análisis psicológico.